Jardín Majorelle de Marrakech

Wed, 12-March-2025 // Entradas y pases turísticos

1. Un festín para la vista: la paleta de colores

El jardín es famoso por sus vibrantes tonos azules, sobre todo el famoso «Azul Majorelle», un llamativo tono cobalto que impregna todo el paisaje. El azul es tan emblemático que se ha convertido en sinónimo del propio jardín. Creado por el pintor francés Jacques Majorelle en la década de 1920, las paredes, puertas y fuentes azules contrastan con la exuberante vegetación del jardín. Mientras pasea por el jardín, los brillantes colores cautivarán sus sentidos y le dejarán una sensación de rejuvenecimiento.


2. Un viaje a través de la historia

La historia del Jardín Majorelle es rica y fascinante. Jacques Majorelle, el creador del jardín, era un artista que se trasladó a Marruecos en la década de 1920. Se enamoró de la vibrante cultura y el paisaje del país, y esta pasión se refleja en la creación del jardín. Majorelle diseñó el espacio mezclando la arquitectura tradicional marroquí con su propia visión artística, incorporando elementos como arcos moriscos y motivos geométricos islámicos.


Tras la muerte de Majorelle, el jardín cayó en el abandono hasta que fue adquirido por el legendario diseñador de moda Yves Saint Laurent y su socio Pierre Bergé en la década de 1980. La pareja lo restauró con mimo y lo convirtió en el lugar emblemático que es hoy. La conexión de Yves Saint Laurent con el jardín sigue siendo fuerte, y un monumento en su memoria se encuentra dentro del jardín, añadiendo otra capa de significado al espacio.

3. Un oasis de calma en el corazón de la ciudad

Marrakech es una ciudad llena de energía, cultura y vitalidad. Pero esa energía viene acompañada del ruido y el ajetreo de la vida urbana. El Jardín Majorelle ofrece una oportunidad única para alejarse de todo. Al pasear por el jardín, le envolverán los suaves sonidos del agua, el susurro de las hojas de las palmeras y el piar ocasional de los pájaros. Es un lugar tranquilo y apacible donde los visitantes pueden descansar de la sobrecarga sensorial de la medina. Tanto si se sienta junto a uno de los tranquilos estanques como si pasea tranquilamente por los senderos llenos de plantas, el Jardín Majorelle es el lugar perfecto para relajarse y reflexionar.


4. Un jardín sin igual

El Jardín Majorelle es mucho más que un bonito jardín. La variedad de plantas que alberga es asombrosa, con más de 300 especies entre cactus, palmeras, buganvillas y árboles exóticos. El diseño del jardín también refleja la diversidad de la flora, con senderos que serpentean entre el exuberante follaje, patios sombreados y tranquilos estanques. No es sólo un espacio para el deleite visual, sino también una experiencia sensorial, al respirar las dulces fragancias de las flores y sentir el calor del sol en la piel.

5. Una experiencia cultural: El Museo Bereber

El Jardín Majorelle alberga el Museo Bereber, que ofrece a los visitantes una visión del rico patrimonio cultural del pueblo autóctono de Marruecos. El museo se encuentra en uno de los edificios del jardín y cuenta con una impresionante colección de arte, joyería y vestimenta tradicional bereber. Proporciona una comprensión más profunda de la historia de Marruecos y la importancia de la cultura bereber, haciendo que su visita al jardín no sólo sea un placer visual, sino también una inmersión cultural.


6. Perfecto para los amantes de la fotografía

Si es aficionado a la fotografía, el Jardín Majorelle es un destino de ensueño. Los llamativos colores, los elementos arquitectónicos y la exuberante vegetación ofrecen infinitas oportunidades para tomar hermosas fotografías. Ya se trate de capturar las famosas paredes azules, de hacer fotos de las plantas exóticas o de fotografiar los intrincados detalles del diseño del jardín, el Jardín Majorelle ofrece innumerables oportunidades fotográficas que seguro darán envidia a sus seguidores en las redes sociales.


7. El legado de Yves Saint Laurent

La relación de Yves Saint Laurent con el Jardín Majorelle añade otro elemento de intriga. Su amor por el jardín está bien documentado, y se dice que encontró inspiración para muchos de sus diseños en los llamativos colores y la serena atmósfera del jardín. Tras su muerte, sus cenizas se esparcieron en el jardín y se erigió un monumento en su honor. Los visitantes pueden presentar sus respetos a la leyenda de la moda mientras se empapan de la belleza de este impresionante espacio.


Conclusión: Una visita obligada en Marrakech

Tanto si es un amante del arte, un aficionado a la historia, un entusiasta de las plantas o simplemente alguien que busca relajarse en un espacio tranquilo, el Jardín Majorelle ofrece algo para todos. La combinación de vibrantes colores, impresionante vegetación, rica historia e importancia cultural lo convierten en una atracción de visita obligada en Marrakech. Así que, si está planeando un viaje a Marruecos, no pierda la oportunidad de visitar este encantador oasis: es una experiencia inolvidable que le acompañará mucho tiempo después de su partida. 

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